viernes, 6 de noviembre de 2009

VIII.- KANCHO SHOKEI MATSUI

(entrevista publicada en la revista Karate-Bushido)
Kancho Matsui es el actual director de la Organización Internacional de kyokushinkaikan (I.K.O.). Tras la muerte de sosai Oyama en abril de 1994, fue nombrado su sucesor testamentario, con el grado de 8.º dan, siendo uno de los grandes maestros más jóvenes de la historia del karate.
En 1984, con tan sólo 21 años, se proclamó tercero en el campeonato del mundo. En 1985 y en 1986 consiguió el campeonato de Japón y en 1987 se adjudicó el título de campeón del mundo.
En mayo de 1986 superó la prueba de los cien hombres.
En julio de 1996 con motivo de un curso técnico que impartió en España, la prestigiosa revista francesa de Karate-Bushido le realizó una entrevista, de la que exponemos un extracto.
Se llama Shokei Matsui y se le llama Kancho Matsui. Debutó en el karate a la edad de 13 años. Obtuvo su 1er dan al año siguiente, a los 14 años. Su primer profesor fue Shigeo Kato.
Muy pronto Matsui decide inscribirse en el dojo central de Kyokushinkai, donde Mas Oyama se fijó en él.
El Maestro Matsui es un especialista de golpes de pies, destacando el Mawashi-geri, con el que realmente ha obtenido numerosos K.O.

- Karate-Bushido: antes de obtener el campeonato del mundo de Kyokushinkai en 1987, ¿Cual ha sido vuestra trayectoria en la práctica marcial (en las artes marciales)?
Shokei Matsui: Cuando yo alcancé la edad de trece años, me percaté que uno de mis amigos practicaba en secreto el Karate. Yo le pedí que me llevara con él al dojo. Así, me encontré con mi primer profesor, Shigeo Kato. El me habló sobre el viejo dojo Oyama, donde entrenaba el maestro Oyama, Kenji Kurosaki, Eiji Yasuda, Shigeru Oyama, Tadashi Nakamura, Goda Shihan y Royama Shihan. Hice mi debut en el Karate Kyokushinkai en el mes de Junio de 1976. Pasé mi 1er dan al año siguiente. Yo tenía catorce años. En 1980 participé en la doceaba competición nacional de Kyokushin donde terminé en cuarto lugar. Tenía diecisiete años. En las dos pruebas nacionales siguientes terminé en tercer lugar. En 1984, en los terceros campeonatos del mundo yo me adjudiqué la tercera plaza. En 1985 y 1986 me adjudiqué el título de campeón de Japón y en 1987, como usted sabe, conseguí el titulo supremo.

- K.B.: Háblenos de su encuentro con el maestro Oyama.
S.M.: Algunos meses después de mis comienzos en el dojo, se me preguntó si yo estaba dispuesto a participar en las pruebas (cursillo de capacitación) del Hombu. Varios cientos de alumnos estaban reunidos. Al segundo día, asistí por primera vez a una conferencia del maestro Oyama. Su voz era grave y profunda. Habló durante dos horas. Ninguna persona me había entusiasmado jamás tanto. Yo recuerdo lo que sentí: ¡una impresión formidable! Mi segundo encuentro con el maestro fue con ocasión de mi primer paso de grado. En el segundo paso de grado él advirtió mis progresos y me preguntó mi edad "14 años" respondí yo.

- K.B.: ¿Cual era su comportamiento frente a sus atenciones?
S.M.: Sosai (Mas Oyama) me animaba siempre a trabajar duro para ser un buen combatiente. El me decía: "Entrénate todavía más fuerte ¡y tu llegarás a ser campeón!" Aunque él no se conformaba solamente con animarme. Él me pedía también que demostrara la técnica a los alumnos. Entonces yo me sentía apurado, lo hacia y ponía en ello todo mi corazón.
Antes de un torneo, Sosai me hacia corregir siempre mis errores. Tenía la costumbre de decir: "No tiene ningún sentido dar golpes de pies altos sin no alcanzas el blanco! Y él también te hacía aprender a dar los golpes de puño correctamente!" Yo no era consciente del poder de mis golpes de puño en esa época. De manera que yo, redoblaba mis esfuerzos para superar esta desventaja. En el Hombu Dojo, yo llegué a ser asistente-instructor y más tarde, cuando accedí a las clases superiores de la escuela, Sosai me aconsejó no enseñar las combinaciones técnicas del Kumite pero sí el Kihon, Ido-geiko, Katas y Sambon-Kumite esencialmente.
Sosai opinaba que no era bueno enseñar a los debutantes las técnicas de combate sin que ellos comprendieran antes el Kihon. Él me lo repetía constantemente.

- K.B.: En 1986 se le propuso realizar la terrible prueba de los cien combates.
S.M.: Si, precisamente en el curso del mes de Mayo de 1986.
Sosai me pidió dos veces que me presentara a la prueba de los cien combates. La primera vez, yo tenía 19 años. Sosai me preguntó de repente: "¿Crees que puedes hacerla?" yo le respondí que: " Sí Osu, creo que puedo". Pero realmente no comprendí al principio que se trataba de combatir ¡con cien karatecas¡. Él me volvió a preguntar en primavera, y entonces me puse manos a la obra enseguida. La prueba, prevista para el verano, fue demorada en febrero de 1986, después de mi titulo de campeón de Japón. Sosai me llamó a su despacho y me dijo: "¿Cuando quieres hacerlo?". De nuevo yo no entendí. Respondí: "¿Hacer qué?" Entonces el continuó: "Yo hablo de los cien combates. ¿Estás preparado?" Yo le respondí afirmativamente y el decidió concederme un poco de tiempo para prepararme...Una vez que pasé el cupo de los treinta primeros combates, todo comenzó a ser muy duro para mi. ¡Solo había realizado un tercio del recorrido! Creí que no llegaría al final. Después de cincuenta combates, Shihan Royama aplaudió: "Cuando has empezado, no abandonas jamás! Desembarázate de la idea de que vas a abandonar!". Es entonces cuando me desperté. Al final de la prueba Sosai me dijo: "Tu estás reventado pero yo lo he probado en mi cuerpo tanto más que tu". Yo me acuerdo muy claramente del tono de su voz. ¡Yo estaba muy emocionado!.

- K.B. : ¿Desde cuando está a la cabeza del Karate Kyokushinkai?
S.M.: Tras la muerte del maestro Oyama (sobrevenida en abril del 94), fui nominado a la cabeza del Kyokushinkai (en Mayo del 94), con el grado de 8º dan.

- K.B.: ¿Cuales son sus proyectos para el desarrollo de vuestra escuela en el mundo?
S.M.: Es necesario decir que antes de la muerte del fundador, la escuela de Kyokushinkai ya estaba presente en cientos de países. Por consiguiente el objetivo no es propiamente el desarrollo, sino más bien el reforzamiento y el apoyo de las organizaciones que trabajan en el mundo entero para la expansión de nuestra escuela. Eso pasa bien seguro por la organización de numerosas manifestaciones, eventos, competiciones internacionales que permitirán mantener la llama del Karate Kyokushinkai.

- K.B.: En vida del maestro Oyama, algunos expertos han abandonado el Karate Kyokushinkai para volar con sus propias alas ¿Cómo habéis visto este asunto?
S.M.: Esos movimientos de disidencia no son propios en Kyokushinkai. Son clásicos en Japón. Ellos no debilitan ni desorientan los objetivos que nosotros nos hemos fijado.

- K.B.: ¿Quién es el hombre que os ha transmitido este entusiasmo?
S.M.: Es sin duda, Masutatsu Oyama. Yo he sido su discípulo desde el principio y lo seré hasta el fin.

1 comentario:

  1. yo vivo en Honduras Centro America, soy maestro de karate y me gustaria aprender y representarlos

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